No te lee ni Perry! Las 5 claves del éxito de un texto persuasivo
Te das ánimos. Te recompones como puedes. A la mañana siguiente, junto con tus galletas, la sentencia cae con todo su cochino peso en el café con leche: 1 comentario. Estamos de suerte. Oh, es tu abuela.

Si, lo sé… pero es que odio ver ese espacio tan vacío y de alguna manera, me dá fuerzas para continuar.
Me he puesto manos a la obra y he releído mi último artículo. ¿Qué es lo que he visto?. Nada.
Se me han empañado los ojos al bostezar sin parar.
Las mismas palabras, los mismos adjetivos y es que si escribir ya es extenuantemente aburrido, la pereza mental no ayuda.
¿CÓMO ESCRIBIR TEXTOS QUE VIVAN Y RESPIREN?
Huye de los adverbios como de la peste y los sinónimos son tus amigos.
Tus orejas son colosales = medio
Tus orejas ciclópeas me dan sombra= fuerte
Si el propósito del texto es no matar de apestamiento a nadie, podemos extrapolar una sencilla regla: los sinónimos son tus amigos y las imágenes mentales, más.
Poniéndome de ejemplo:
“ Según Google eso no es posible. Desafortunadamente no hay una respuesta concreta de los pasos a seguir para estar en la posición cero, pero… ciertamente siempre se puede hacer algunas optimizaciones para intentar llegar.”
Jesús! Cuanto adverbio.
Palabras vacías. A partir de ahora se me encenderá una alerta en cuanto vea un adverbio. No me extraña que el lector se largue por donde a venido a un blog más divertido.
Otra regla: Un artículo apestoso y el número de adverbios son magnitudes directamente proporcionales.
“Según Google eso no es posible. no hay una respuesta concreta de los pasos a seguir para estar en la posición cero, pero… siempre se puede hacer optimizaciones para intentar llegar.”
En cuanto te fumigas los adverbios, la cosa cambia.
“Según Google no hay una receta para conquistar la posición cero, pero… el hombre propone y dios dispone. Voy a proponerte un bonito ramillete de optimizaciones.»
Poniéndole lírica… Esto ya va en gustos y capacidades literarias.
Debe haber millones de textos adormecedores por la red hablando del mismo tema… ¿cómo hacer que un lector espere tus textos como espera la vacaciones de semana santa?
El Yoloreflexionismo emponderacionista. La otra bestia delicada… hipócrita lector.
“Yo pienso que…”, “bajo mi opinión considero…”, «según mi experiencia…».
Mi padre tenia una coletilla inicial cuando iva iba a proceder a cualquier tipo de emisión vocal: “y digo yo que…” .
Durante los 40 años que mi madre estuvo a su lado antes de emprender el viaje sin retorno, no dejó pasar ni una sola, pero ni una sola oportunidad de “exabruptar” inmediatamente (simultáneamente en ocasiones): “ya, no lo va a decir Mariano!” (el vecino).
Está claro que es lo que TÚ piensas, consideras, opinas, expones, entre otras cosas porque es TU puto blog. No hay que ser un aguililla. ¿Qué aporta?
Todos hacemos cosas horribles que vuelven al texto difícil de digerir. Estos pequeños detalles insufribles son tan fáciles de corregir! ¿por qué no lo hacemos?… inquietante.
Lo breve,si bueno, 2 veces bueno y sino, también.
¿Por qué le hacemos eso a nuestro lector?. Muerte a las comas. Yo ya solo quiero puntos. Frases de 2 o 3 palabras. Así. Acelerando.
Manolo Sanroman: ¡sal de este cuerpo!
Instintivamente el lector va a entrar en pánico pensando que le van a tomar la lección.
Que tiempos… “¿A ver, el logaritmo neperiano?” y tu debajo de la cajonera «buscando» la goma de borrar. Desapareciendo del campo visual de Manolo, o la Señorita Pelaez. Exactamente igual que desaparecen tus lectores en menos de un nanosegundo.
Que coño!, tu lector es tu más mejor amigo, con el que charloteas de las cosas que te gustan. ¿No?
No ha venido hasta aquí para que le des una master class. Se trata de establecer un diálogo, terrenos comunes. ¿Hay algo peor que hablar para quien pasa de escucharte?
Igual no hace falta ser Shakespeare para escribir artículos vivos.
Y ahora si. La promesa enunciada en el título del artículo.
Las 5 claves del exito de un texto persuasivo:
1. Relee el artículo
2. Relee el artículo
3. Relee el artículo
4. Ponle un poco de sal
5. Relee el artículo
5. … pasa el corrector
Si has llegado hasta aquí: gracias por leer el artículo.
Oye…
désde la patata eh!?
¡Gracias!

